E-readers, estudiantes y literatura: No solo se trata de regalar tablets

Estándar

Kindle 3

 

Hace unos meses leí en este diario la noticia de que los Alcaldes de Guayaquil y Machala al igual que los cabildos de otras ciudades de Ecuador tienen como proyecto entregar tablets a los establecimientos educativos. A la inicial emoción por esta noticia me vino una pequeña reflexión, sobre todo porque puntualizan en entregarlo únicamente a los bachilleres que están por graduarse y además sin capacitación sobre su uso ni libros para descargar.  Mucho se ha hablado acerca del libro electrónico y los innumerables motivos por los que la digitalización de obras puede beneficiar a las bibliotecas e instituciones educativas. Contrario a lo que se cree, la utilización de herramientas digitales para la enseñanza de literatura va mucho más allá de entregar e-readers  o tablets a los alumnos. Aprender y enseñar a los jóvenes sobre las funcionalidades y el potencial que pueden obtener con estos dispositivos es fundamental porque nos permite fomentar el hábito de investigar, generar contenido y compartir conocimiento a través de la web. Las posibilidades son inmensas si incluimos en la enseñanza ciertos aspectos básicos sobre su utilización, creatividad y desarrollo de destrezas lectoras a través de la tecnología.

 

Para que el alumno se familiarice con el uso de un e-reader es necesario que el maestro también lo haga y deje atrás el paradigma de que no se puede asimilar correctamente el conocimiento leyendo desde un lector electrónico. Este es un trabajo que debe realizarse en conjunto con editoriales, Ministerio de Educación, Instituto de Propiedad Intelectual y autoridades de los planteles educativos, ya que no es posible que en plena era de la digitalización todavía se exijan libros que actualmente no son reutilizados y a precios irrisorios. Proyectos como el de la Mochila Digital en España podrían ser de gran beneficio tanto para alumnos como docentes en la metodología de enseñanza de textos literarios, ya que ciertos ebooks contienen elementos multimedia gráficos, musicales y de animación que son muy útiles al momento de representar figuras literarias para realizar análisis y comprensión de textos.

 

Los proyectos gubernamentales relacionados a la entrega de tablets o e-readers (apuesto más por este último debido a su pantalla anti reflejo) en planteles educativos deben ajustarse a las necesidades del estudiante para acceder a la información y para ello hay que familiarizar al alumno con el derecho de autor en internet y sus limitaciones, y con conocimientos necesarios para la redacción de textos, tales como: Programas para crear ebooks, uso adecuado de formatos, hipertextos, tipos de ebooks,  y las diferentes aplicaciones que se pueden utilizar  para personalizar la información que investigue. Según este estudio el 21% de libros que se publican cada año en América Latina son digitales y pese a que la industria del e-reader es casi inexistente en el continente, hay proyectos que nos demuestran las posibilidades que nos abriría este tipo de emprendimientos, tal es el caso del lector digital Boris B611LL desarrollado por la editorial Eudeba  en Argentina, que se encuentra en etapa de comercialización. 

 

La matriz productiva debe enfocarse en la innovación en todas las áreas y por ello es necesario facilitar al estudiante herramientas funcionales para su aprendizaje, como vemos,  la utilización de textos digitales en la enseñanza no puede limitarse a poner tablets en las manos de los bachilleres, en primer lugar debe otorgarse a los alumnos de todos los niveles bajo criterios metodológicos y técnicos que debemos trabajar previamente, caso contrario  la propuesta de innovar la educación será un premisa que se quedará flotando en un discurso carente de procesos para su adecuada ejecución. A continuación les comparto un video sobre e-readers y estudiantes, saquen ustedes sus propias conclusiones.

 

Deja un comentario